María, una joven ucraniana de 23 años, residente en Kiev, que se ha instalado en una ciudad cercana la frontera con Rumanía junto a su madre y su hermano, relata para BTC la odisea de los refugiados que están intentando alejarse del frente de combate, especialmente cruento en las ciudades más pobladas de Ucrania, como la capital, Kiev, y Jarkov.
Medio millón de refugiados ha cruzado ya la frontera entre Ucrania y sus países vecinos, Polonia, Eslovaquia, Hungría y Moldavia. “Nosotros nos hemos alejado de la guerra, pero mi padre se ha quedado para luchar”, sentencia María.