Cerca de 180 trabajadores, que se encontraban en situación de desempleo, fueron llamados por el Servicio Canario de Empleo para trabajar durante unos meses. Tras realizar los trabajos les comunicaron que ya no podían acceder a ningún tipo de prestación. Los afectados llevan ya cerca de 8 meses sin ningún tipo de ingreso y piden un trabajo para poder regresar a la normalidad.