La aerolínea de bajo coste cierra sus tres bases en Canarias y deja en la calle a casi 300 trabajadores, en un día triste y caótico. Los sindicatos denuncian que el cierre de bases se ha producido, pero los trabajadores no han recibido aún sus cartas de despido. La compañía irlandesa asesta un duro golpe a los trabajadores, pues pocos de ellos serán recolocados en otras bases de la aerolínea. Los sindicatos piden una reunión con el Gobierno de Canarias para buscar fórmulas de recolocación para el personal despedido.