
Fuente: El Día
Los ejemplares estaban vivos en un paquete lleno de sacos de tela donde estaban los lagartos. El paquete fue encontrado en la estación de carga internacional Speyer, donde tras llevar a cabo una inspección de rayos X, se constató que en su interior había animales vivos.
Los animales fueron trasladados a un refugio después de ser analizados por un veterinario. Las penas por este tipo de delitos ascienden hasta cinco años de cárcel. Los ejemplares habían sido declarados como un recuerdo de la Isla y no como ejemplares de lagarto.