José Rodríguez Benítez desaparecía el miércoles pasado en el barrio de Schamann, en Gran Canaria, tras salir a desayunar como hacía cada mañana.
Esa mañana acudió al banco y a desayunar en la cafetería de siempre, tras salir de allí, se le pierde la pista delante de un supermercado.
José tiene cincuenta y siete años, es de complexión delgada y pelo canoso; además precisa de medicación.