Llega la Navidad y las calles de Canarias se llenan de adornos y luces, pero también abundan los casos de vandalismo y deterioro.
Los vecinos denuncian actos de escaso civismo que suponen un deterioro sobre el mobiliario urbano, la limpieza y los equipamientos. Falta sensibilización ciudadana para conservar el patrimonio de todos; el escaso civismo de algunos lo pagan todos los vecinos.
Educadores y responsables públicos llaman al sentido de la responsabilidad colectiva para conservar los equipamientos de las ciudades.
El vandalismo contra las esculturas, la quema de contenedores o el abandono de basura y enseres son algunas prácticas muy frecuentes.
Los líderes y colectivos vecinales representan la voz de alarma contra el deterioro del entorno colectivo en calles y plazas del Archipiélago.